¿Qué me hace ser humana? ¿Qué me define como persona?
Tengo un costado oscuro, difícil, arduo, junto con otra parte virtuosa. Coexisten en permanente fricción: el deber o el deseo, la solidaridad o el egoísmo, mi goce o el bienestar del otro. En los vínculos, especialmente los más estrechos, los que deberían ser un contexto de protección, es donde primero aprendemos el sufrimiento, la manipulación y el ejercicio del poder.
El cuerpo es donde se focalizan estos conflictos. Lo tomo en mi obra como territorio de exploración.
La vulnerabilidad ocurre en un nivel doméstico, más íntimo, y también en otro social y económico. Estamos expuestos a un medio externo que nos exige: somos permanentemente incitados a consumir, llegando incluso a transformar nuestro propio cuerpo en pos de un ideal. Pero no es sólo una demanda externa. También involucra nuestro deseo. Una mirada atenta a estas ambivalencias y contradicciones motivan mi investigación artística, que toma forma a través de distintas escalas y medios involucrando la fotografía, la cerámica, el textil y la instalación.